¿Caldo de gato? Una de las recetas más populares de Oaxaca

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Ningún gatito salió herido en el proceso y preparación de este caldo.

La gastronomía oaxaqueña es una de las más diversas del país, englobando una gran cantidad de platillos: cecina, mole, chocolate, chapulines, tlayudas, empanadas, entre otras delicias. Al igual que su colorida cultura, la comida de Oaxaca está llena de tradiciones e historia, diferenciándose de otras comidas y llamando la atención por los peculiares nombres que llevan.

Uno de estos platillos es el caldo de gato, una receta típica oaxaqueña ideal para los días nublados o los malestares que solo pueden curarse con un plato caliente sobre la mesa.

El caldo o sopa de gato es el nombre que se le da a esta preparación caldosa sumamente famosa en Oaxaca. Contrario a lo que se podría pensar, no tiene nada que ver con los felinos, incluso la versión original ni siquiera lleva ninguna proteína animal. Pero, para conocer esta historia tendremos que remontarnos a la antigua Oaxaca, cuando los hacendados celebraban alguna festividad o mayordomía que era donde solían darle carne a los invitados, sin embargo para darle alimento a los trabajadores utilizaban lo demás para ellos y, de manera despectiva, así fue como nació el nombre de “caldo de gato”

Larousse Cocina describe a este plato como un caldo que contiene abundante carne y verdura originario de los Valles Centrales de Oaxaca. Tal como sucede con otras preparaciones, los ingredientes y las recetas se adaptan a la región y época en la que se prepara.

En uno de sus eventos para promover la cultura y gastronomía oaxaqueña, la Secretaría de las Culturas y Artes de Oaxaca (SECULTA) convocó a cocineras originarias del estado a participar en el 3er. Encuentro de Cocineras Tradicionales, en donde Eulalia Jovita Aquino Jiménez presentó como platillo principal un caldo de gato. Una vez finalizado el encuentro, la SECULTA compartió en sus redes el procedimiento de esta receta para lograr llegar a más rincones.

Doña Eulalia Aquino compartió algunos de los ingredientes que lleva el famoso Caldo de gato. “Comenzamos con pierna, lomo o espinazo de puerco como carne principal, se le agrega zanahoria, papas, chayotes y ejotes; acitronado con cebolla, ajo y freído con tomate; para aromatizar orégano y un poco de tomillo y como costumbre mexicana, no puede faltar el picante con su chile pasilla”, apuntó.

Aunque este caldo tiene su propia historia en el país, es importante destacar que durante la conquista, los españoles también contaban con una receta de esta sopa, donde no llevaba nada de carne. Los ingredientes con los que se realizaba era con verduras, queso y huevo. Se repartía en las ciudades del sur de España, la cuales estaban ubicadas en los ejércitos enemigos y crearon este platillo para comer y sobrevivir al invierno. La carne no se usaba mucho porque en aquel entonces había pocos animales.

Pese a su peculiar nombre, esta sopa solo contiene ingredientes comunes. Está compuesto principalmente por espinazo de cerdo o de res (depende la receta, la zona y la familia que lo elabore) e incluso cordero. Se complementa con diferentes verduras, entre ellas cebolla, ajos, elote, papa, zanahoria, col, chayote, ejotes y calabacitas, además se finaliza con garbanzos y/o arroz.

Se sirve el caldo de gato en un plato con un poco de carne, añade limón, cebolla y cilantro picados. Si lo deseas, retira el chile pasilla, o bien, puedes cortarlo un poco y comerlo en conjunto. También puedes variar las verduras dependiendo de tus gustos.

Este platillo es ideal para estos días en los que la temperatura desciende abruptamente, o para un fin de semana en familia, acompañándolo de tortillas hechas a mano y de la bebida que más te guste.

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